miércoles, 7 de enero de 2009

"Urte berri on" ... berriro

... y de nuevo ... año nuevo.

Esta vez en Galicia ... en Santiago de Compostela, una ciudad amable por sus gentes, acogedora por sus estrechas callejuelas que te envuelven e invitan a perderse o a encontrarse, imponente por la contundencia que transmiten sus piedras que van desde el suelo hasta el cielo, cálida a pesar de la lluvia porque te resulta familiar desde el primer paseo, viva porque siempre encuentras un bar con gente charlando, gallega porque nadie sabe si va o si viene ... un lugar perfecto para comenzar un año ... o cualquier otra cosa.









La ciudad nos enganchó desde que llegamos, así que nuestra primera noche con la intención de salir para cenar algo después del viaje se convirtió en una farra hasta las 7 de la mañana.

A la mañana siguiente nuestra visita al mercado para hacer las compras para la cena de nochevieja se vió marcada, además de por la lluvia y la resaca, por las prisas consecuencia de habernos levantado tarde ... las cosas se reposaron después de un magnifico caldo gallego y un albariño.

Por la tarde ... llamadas, mensajes, recuerdos de otro año pasado, deseos para el año entrante y tras unos vinos por la parte vieja, listos para preparar la cena ... que naturalmente estando en Galicia tuvo una buena representación de productos locales ... rememorando las últimas cenas de nochevieja:

- Granada ... Kebab en plato y cerveza
- Lisboa ... Raciones (pulpo, jamón, langostinos ...) y botella de vinho do Douro
- Santiago ... Cena en casa (almejas, paté, langostinos, bonito, txangurro ...) y botella(s) de rioja reserva.

... la calidad de los alimentos va mejorando ... la calidad de la compañía sigue en lo mas alto.

La fiesta posterior ... una sola apreciación ¿cuantos bares de dos plantas, con música rock en la más grande (para hecerse una idea ... el cuadruple que el azkena) y electrónica en la otra, permanecen abiertos en Bilbo hasta las 11 de la mañana?

Tras la tarde del día 1, de tumbing viendo la tele, aprovechamos para el turisteo (de día) por Santiago ...















... y A Coruña ...



















... pero el turisteo se vió truncado por "La maldición del año nuevo" que este año hizo acto de presencia en forma de lumbalgia que me tuvo en cama 2 días (manta eléctrica incluida) ... y a Pitu cuidando de mi maltrecho cuerpo. Aunque si una cosa quedó clara es el poder sanatorio que tiene el licor de café gallego que fué lo que realmente me ayudó a salir la noche de reyes.

Besos para Cris y Pilar ... las murcianas que por una carambola del destino, que comenzó en la cala de San Pedro de Almería, nos han dado asilo estos días .... y un abrazo para Josiño, el compostelano que nos recomendó el "licorca" de "El mosquito", un bar de esos que no saben lo que son las palabras turismo o prisas ... ni seguramente "Inspección de sanidad".

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